A Diez Centímetros De Ti - Capítulo 7

CAPÍTULO 7

   El pitido del electrocardiógrafo me despierta y aturdida veo a mi madre sentada a un lado de la cama dándome la mano:
-Hola guapa...- me susurra.
-¿Qué ha pasado? ¿Qué hago aquí?
-¿No recuerdas nada?- pregunta un poco alarmada.
   Niego con la cabeza lentamente y le digo:
-¿Puedes incorporar la cama? Estoy súper incómoda- ella asiente, se levanta y mientras eleva la parte de arriba de la cama me dice:
-Te encontraron desmayada en la capilla, nadie sabía que estabas allí. Por lo visto Laura te empezó a buscar porque no estabas en tu habitación y tenía que decirte o prepararte algo, no estoy muy segura.
   Y de repente, todo me vuelve a la memoria como un fuerte golpe; el final de la canción, la discusión con Víctor, cómo me sentí cuando se fue, el vacío y el mareo... todo. Me vuelven las ganas de llorar y de desaparecer, y se me debe de notar en la cara porque mi madre, preocupada, me pregunta:
-¿Estás bien Sara?
-Sí... solo que ya recuerdo porqué me desmayé.
-¿Y qué fue?
-Tuve una discusión con Víctor, pero no quiero hablar de eso mamá. Prefiero no pensar.
-Vale, no te preocupes- y tras esto, me besa en la frente.
   Nos quedamos unos segundos calladas y mirando la punta de mis pies bajo las sábanas, pero sin realmente mirarlos, me atrevo a preguntarle:
-Mamá... No van a dejar irme, ¿verdad?
-No...- me dice lentamente- Te harán las pruebas para ver cómo estás, eso sí; pero lo que te ha pasado les ha dado una razón importante para que sigas quedándote aquí.
   Realmente ya sabía la respuesta antes de preguntar, pero necesitaba oírlo fuera de mi cabeza para poder admitirlo del todo. Pensar que voy a tener que seguir soportando la comida sin sal, dormir con el ruido de las máquinas, estar apartada de mi mundo, hacer que me tengan que seguir visitando aquí... no sé si lo que hace es ponerme nerviosa o con más ganas de que la tierra me trague.
-Creo que deberías seguir descansando, para prepararte para las pruebas ¿sí? Son dentro de dos horas.
-Espera... ¿cuánto he dormido?- cuando estaba en la capilla era mucho antes del medio día, y las pruebas eran sobre las siete.
-Mucho, pero deberías volver a dormir, ya comerás más tarde.
   El no haber comido no era lo que me importaba realmente, pero prefiero que mi madre piense que me preocupo por eso.
-Vale- le respondo.
   Me da otro beso más, cierra bien las persianas para que no entre nada de luz y se marcha de la habitación diciendo:
-Nos vemos luego ¿vale? Chao- y cierra la puerta.

~

   No sé cuanto tiempo ha pasado, pero de lo que estoy segura es de que no voy a poder dormir. Las imágenes de esta mañana pasan una y otra vez por mi cabeza e intento comprender exactamente qué fue lo que pasó, porqué nos enfadamos... pero o es que todo está muy borroso en mi mente o es que no tuvo ningún sentido, y por desgracia creo que son las dos.
   Alguien llama a la puerta, me incorporo y digo:
-Está abierto.
   Se abre la puerta y aparece una chica vestida de uniforme, es Laura.
-Hola, ¿cómo te encuentras?
-Destrozada... pero qué se le va a hacer.
-Lo siento, es mi culpa. Sabía que no debería haberte dejado hacerlo pero...
-¡No!- la interrumpo-. Tú no has tenido nada que ver en esto. Y el cantar tampoco. Lo que ha pasado ha sido culpa mía.
-¿Qué fue lo que pasó?
-Se ha venido todo mi mundo abajo... y yo he caído con él.
-Sara... Todo se va a arreglar, ya lo verás. Saldrás dentro de poco de aquí, eso sí, no te dejaré cantar más en la capilla.
   Asiento levemente y Laura se sienta en mi cama.
-Tu madre me ha dicho que discutiste con Victor- debo estar a punto de llorar porque rápidamente añade-. No te preocupes, todo pasará y acabará bien, te lo prometo.
  Vuelvo a asentir, aunque no estoy nada segura de las palabras de Laura. Noto que se resbala una lágrima por mi mejilla y acto seguido, quitándomela con una dulce sonrisa dice:
-Venga, vamos a prepararte para las pruebas.