A Diez Centímetros De Ti - Capítulo 1

CAPÍTULO 1
     Todo ha cambiado... Aún no estoy muy segura de cuándo empezó a girar el mundo tan deprisa, cuándo fue que desaparecieron de mi vida ni cuándo aparecieron, solo sé que cuando él entró en ella, ya nada fue igual.
     Destrozada. Sí, todo comenzó cuando yo estaba derrumbada por alguien que quiso apagar mi llama. Entonces fue cuando él me dio cobijo e hizo que siguiera viva, que no parara de sonreír, que creyera que podía seguir amando.
     No recuerdo exactamente cómo me enamoré, ni de qué ni cuándo... Pero como él lo ha hecho, no lo ha hecho nadie más.
      Puede que haya sido su forma de mirarme, el haber estado ahí siempre, o su sonrisa... a lo mejor fue su forma de reírse de mis tonterías y decirme que me quiere. Seguramente fue que me conoce como nadie y me supo ver cuando estaba escondida. Puede que porque estaba indefensa con un corazón roto en mí... pero no me importa, porque gracias a él todos los días me levanto con una sonrisa y con más ganas de verle y quererle.
     Ahora no recuerdo mucho... mi mente ha olvidado por culpa del accidente.
-Hola guapa... ¿molesto?
     Nunca molesta.
-Hola Víctor, pasa.- Digo con la sonrisa más grande que puedo mostrar.
-¿Cómo está la chica a la qué más quiero en el mundo?
-No lo sé, no he hablado con tu madre...
-Mira que eres boba - dice él riéndose; tiene la sonrisa más bonita que he visto... - ¿cómo estás?
-Súper bien, como siempre que estás conmigo
    Mirándome a los ojos se acerca poco a poco a mí y da un beso suave, sin apenas rozar mis labios y se separa...
-No... - susurro.
     Y sin esperar ni un segundo avanzo y bebo de sus labios como si no los hubiese tocado en años; aunque esa es la sensación que tengo.
      Cuando noto que me falta el aire me despego de él lentamente y lo sigo aferrando cerca mía. Tengo tanto miedo de que sea solo un sueño...
-Sabes que no puedes hacer eso - me mira preocupado mientras oye mi respiración entrecortada - no quiero volver a pasar por el susto de perderte poco a poco...
-Sé que no debo... pero lo necesitaba
-Queda poco para que estés recuperada - dice con el tono de voz más dulce jamás he escuchado.
-Lo sé, pero ojalá nunca hubiera ocurrido.
Unos meses atrás...
-No he entendido el final de la película la verdad Sara...
-A ver Lucía... el chico va a buscar a la chica, y aunque ella esté enfadada con él, como le quiere con toda su alma, vuelven juntos y son felices.
-¿En serio era eso?
-Sí
-Que bien lo explicaban por favor... -dice riendo la chica. 
     Gracias a ella y varias personitas más Sara no se ha hundido desde que Luis la dejó como lo hizo.
     Caminando y riendo por la calle llegan a casa de Lucía...
-La próxima vez tenemos que ver de qué va la película, no me quiero tragar un rollo como este otra vez.
-Creo que será lo mejor- responde Sara con una sonrisa.
-Bueno, adiós fea
-Hasta mañana bicho
     Se despiden y antes de que Lucía cierre la puerta y Sara llegue al otro lado de la calle...
-¡¡SARA!!
      Un coche con un conductor despistado la ha atropellado y dejado incosciente antes de que la chica pudiese reaccionar.
-¡Mierda! Llamo ya al 112.
-Sara... despierta...
     Lucía le da en la cara para ver si su amiga reacciona, pero nada, no se mueve ni un centímetro de su piel. Al cabo de unos minutos llega la ambulancia y Lucía ya ha avisado a sus padres.
-Fue rápido... no me lo puedo creer...
-Tranquila Lucía, vamos al hospital. Todo acabará bien.
      Minutos más tarde llegan a urgencias, en donde un médico les dará una noticia que no querrán oír.
-Soy María, la madre de Sara, ¿cómo está?
-Perdonen pero... la chica ha recibido dos golpes demasiado fuertes; uno contra el coche y otro al caer. Tiene contusiones y algunos huesos rotos. Siento decirles que... Sara ha entrado en estado de coma.
      En ese momento las almas de todos los que estaban presentes se rompen, no comprenden el porqué ha pasado eso, cómo ha llegado hasta ellos, no entienden nada.
*¿Qué hago aquí?*- piensa Sara. Se levanta lentamente de la camilla y al girarse se ve a sí misma tumbada en ella. Quiere gritar pero no puede, no le sale la voz... 
      Ve entrar a un médico, que se acerca a ella, la que está tumbada; mira una pantalla comprueba unos tubos, escribe, deja una carpeta en el borde de la cama y sale.
*¿No se ha dado cuenta de que estoy aqui?*- Lee lo que pone en esas hojas recién escritas y abre los ojos como platos. 
*¡¿Qué?! ¿En coma? Imposible. Pero si yo estoy aqu...*- Y lo entiende.- *¿Pero cómo ha pasado? No recuerdo nada, absolutamente nada... ¿con quién estaba? ¿qué estaba haciendo? ¿qué pasó? No hay ni un solo recuerdo...*
       Entran María y Álvaro, los padres de Sara, seguidos de Lucía y se sientan alrededor de ella.
*¡Mamá, papá! Menos mal que están aquí... pero... ¿quién es ella?*
-Hola Sara... nos han dicho que te hablemos, que es bueno, que seguramente nos escucharás- susurra Lucía.
*¿Se sabe mi nombre? Siento no recordarla...*
-Bueno... sabes que vas a salir de esta, ¿no? Tu padre y yo estaremos aquí contigo siempre
       Álvaro no habla, está en un completo estado de shock del cual no sabe si quiere salir y darse cuenta de que es su hija la que está delante inmóvil.
*Gracias... si que les oigo... pero, ¿que fue lo que pasó? Solo quiero saberlo...*
      Pasan los días y por delante suya pasa gente, personas que se saben su nombre, hablan con ella, le cuentan cosas, lloran, la acarician, pero que Sara no recuerda muy bien quienes son. Intenta volver a ponerse dentro de ella y a veces a llegado a sentir las caricias en sus manos, pero no llega a moverse...

2 comentarios:

  1. Me encanta como escribes. Te sigo y seguiré leyendo esta historia, que promete :)
    Saludos!

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  2. Un poco rápida la historia para mi gusto, pero eso sí, ¡promete bastante!

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